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De qué nos quejamos cuando nos quejamos de amor???

Bueno, afortunadamente no esperé hasta el 2021 para escribir una nueva entrada en mi blog. Un aplauso pa este wn! (No, en serio. Un aplauso! Son pocas las weás que continúo haciendo sin que me dé paja o inicie otra idea. Procrastinado, diletante, elija su adjetivo)

Veía COSMOS el domingo pasado. Y Neil deGrasse Tyson comentaba, con esa voz que terminará reemplazando la de Morgan Freeman en el mundo de los documentales (Yo preferiría la de Samuel L. Jackson “Science, motherfucker! Do you understand it?”) cómo la tierra ha sido víctima derepetidos “apocalipsises” como el que nos dejó esperando con bidones de agua y velas el 2012. Y a través de estos “apocalipsises” se ha formado y modelado la vida en este planeta tras dejarla bordeando el exterminio cada cierta cantidad de tiempo.

Analógicamente, igual que nuestro planeta somos (o vamos quedando) en cada etapa de nuestra vida lo que ha sobrevivido. Y no hay “apocalipsises” más grandes en nuestra existencia que los relacionados al amor. Esta sobrevivencia nos modela siempre en personas distintas cada vez, con nuevas técnicas de sobrevivencia, con nuevos temores y nuevas cicatrices que lamernos secretamente. Con trozos perdidos de nosotros mismos, pero también más vivos, con nuevas historias y dolorosas conclusiones de siempre equivocarnos en lo mismo, como dejar nuestra razón en manos de la emocionalidad de dos primates ciclotímicos con la horrible mezcla de fijación sexual y tendencia a la rutina (por más caótica o estúpida que sea)

            

            Surgen obviamente dos opciones.

A)   Agradecer al dolor y buscar nuevos “apocalipsises” para crecer y terminar siendo dolorosamente expertos en el legendario arte del avestruz?

B)   Simplemente huir autopreservativamente lejos del resplandor del cometa y esperar que esa luz que siempre se acaba desaparezca (Y evitar la caña de un carrete que cada vez se iba poniendo más latoso y del que debimos habernos ido antes de terminar avergonzándonos e incomodando a todos?)

Escojan su veneno.

Personalmente he sobrevivido a incontables “apocalipsises”, algunas más devastadoras que otras desde que mi primer amor en el jardín infantil que terminó abandonándome en la fiesta de halloween por el hijo de un médico que usaba un disfraz de Spiderman (Yo usaba un disfraz de diablo al que le faltaba un cacho)

Algunas han quedado olvidadas y perdidas en las páginas pegadas de mi historia y otras las cruzo regularmente (No la del jardín infantil, a ella que se la cruce Spiderman) Otras se las arreglan para encontrarme cada 10 años y revivir ese primer gran cráter en la fe hacia los finales felices y otros reaparecen esporádicamente con efectos diversos, con algunas nos ignoramos y con otras terminamos en la cama inevitablemente dejándola con pelos de colores.

(Ex cursus) Alejarse de las tinturas, generaciones futuras establecerán quizás la teoría de que aparte de calvicie, si dejas horas y horas, años tras años, una y otra vez, productos químicos en el cuero cabelludo estos se comenzarán a filtrar hasta llegar al cerebro, cosa que no sé qué tan bien se lleve con la salud mental de las mujeres a las que desde la preadolescencia le sangran cosas y cambia el ánimo arbitrariamente todos los meses (Esto será pero eso se hará en una entrada futura que se llamará “Muñecas asesinas por naturaleza”)

Volviendo a la idea, los amores pasados son siempre una cruz por cargar, incómoda y pesada, no sabes dónde mierda meterla y obviamente todos te ven cargándola con mayor o menor gracia según qué tan aficionad@ seas a la tragedia o la comedia. Pero habiendo más de 6.000 millones de personas en la tierra la pregunta continúa de por qué rebanarse los sesos con una.

            

           Quizás escogemos el amor justamente como terapia de purga o necesidad evolutiva de hacernos más fuertes, menos vulnerables, más independientes inconscientemente buscando quien mate una debilidad o carencia sin matarnos, como una vacuna. Quizás la gran lección de la historia del amor es ser aprendizaje de la pérdida, para hacer paces con la soledad, la muerte y el vacío, que es muy probable sea todo lo que hay finalmente. Entendiendo que si existe el paraíso lo tuvimos en las manos y terminó por la naturaleza de simio curioso por  desarmar todo (personas, cosas, ideas, sentimientos) y ver qué lo hace funcionar en un proceso fatalmente irreversible (Una vez descifrado el truco acaba la magia) Quizás debemos quedarnos en el enamoramiento perpetuo, en la libertad de no estar atado a nada ni nadie si no es por el absoluto del asombro y la hermosa casualidad, porque la posesión por sobre todo de las personas es la principal fuente de sufrimiento a la que nos enfrentamos todos. Pensar en un lugar con menos problemas imaginarios (que son la mayoría de los que tenemos) recobrar y encontrar el amor por el arte, el deporte, los animales, la ciencia, o lo que sea que nos despierte y haga sentir vivos antes de volvernos malos (En el final de Breaking Bad, Walter White termina reconociendo que todo lo hizo porque así se sentía vivo) porque lo mejor que hacer frente al apocalipsis es disfrutar la vista si es el último…

(Dedicado con amor a todas las mujeres de mi histo(e)ria  y el pedazo de histo(e)ria que intercambiamos)

Rascándose la comezón del séptimo año...

Caí en un abismo mental cuando me di cuenta de que la última entrada de este blog la había hecho en Julio del 2007, hace casi 7 años (En caso de que el título con referencia totalmente gratuita de la película de Marilyn Monroe no haya sido pista suficiente) Después de casi una hora aprendiendo de nuevo cómo mierda funciona esto y actualizando el horrible y casi ilegible diseño que había dejado hecho la última vez que publiqué acá estoy.

Publicando de nuevo.

Decidí volver a escribir como un acto de sanidad mental a pesar de la idea de que escribir es “la enfermedad” como hablamos con todos mis amigos aspirantes a escritores de ese tiempo que ahora nos dedicamos a distintas cosas porque todos terminamos con tratamiento psiquiátrico (TODOS) Pero principalmente porque Facebook es un infierno donde todo parece redactado para impresionar a una nueva pareja o refregarle algo a una anterior (Desarrollaré la idea en una entrada futura “Exbook”)  y porque los 140 caracteres de twitter no me dan para más que hacer réplicas divertidas o enfermas a los que alguien postea y para putear concisamente a modo de perro que le ladra a una moto que pasa. Pero, por sobre todo, por la necesidad de encontrar algo lejos de la artificialidad y falta de sustancia de las formas de difusión donde todo es un gran concurso de popularidad donde el más cool (saco de weas que es capaz de disimular mejor su disfuncionalidad gana mayor respeto principalmente por la capacidad de no equivocarse públicamente. Acá VOY A EQUIVOCARME y me importará una raja. Ese es el principal motivo)

Mucho ha ocurrido desde que bajé el simbólico lápiz, son 7 años de viajes, ideas, fracasos (muchos) alegrías, amores, gatas, perros, música, drogas, sexo, locura y mucho (MUCHO) tiempo mirando el techo y contemplando la locura y estupidización del mundo a través de la pantalla de un computador.

Vuelvo así a este manicomio que dejé con la puerta abierta y donde los fantasmas terminaron siendo recuerdos variados a los que reconozco como partes todas mías,  piezas del rompecabezas que no está ni desarmado ni listo, que vive en constante recombianción cada vez que lo veo y al que solo puedo sacarle instantáneas  como polaroids que intento no editar demasiado más allá de reiteraciones o divagaciones innecesarias.

A ver cómo sale.

Nos vemos en una siguiente visita (Espero que no sea el 2021)

Memeth.

Fireworks

La llama se nutre de la llama

fuego al fuego, karma de luz.

Ojos tiritan sin tiempo

espectantes,

al fondo de la habitación cerrada.

Risas se atrapan y se destajan en llantos sanguíneos

perforan los oídos al cadáver de las flores

y el augurio de un amanecer inreflecto se desliza bajo la puerta

temblando,

a horcajadas,

como el hijo enfermo de un demente.

La neblina se tensa y desata entre palabras buscándose entre sí

perdiendo el lazo invisible entre certeza y delirio

donde todo es posible,

espeluznante,

donde nace una mirada entrecerrada sobre la cara de una niña triste es

como la puerta entreabierta donde el asesino cobijado en el anonimato

asaltará el gaznate desnudo de su víctima entredormida,

como el sueño asalta la conciencia en el tierno suicidio que la pastilla promueve

como el bufón disparando versos al infinito y besos a la luna que le da la espalda

y enseña solo su ensordecedor y cruel lado oscuro.

El sol espera al otro lado del espejo por un amanecer transparente

cautivo en su monótona luz y desgastada por el ojo cautivo de uno que se quedó esperando pegado a la ventana y cayó presa de los cedantes con la aparición de tan luminoso invitado.

Aún se escucha el borde imperfecto de la razón el eco vomitivo que se arrebata del limbo.

La respiración se suspende en un beso artificial y combustiona el aire haciendo explotar una ventana olvidada por el rocío blanco, donde solo una sombra desvaría y se proyecta con luz negra en una pared muda y desplomada sobre el primer paso de un viaje sin final.

El corazón se parte y pulveriza hasta volverse uno con el hálito de los espectros que llenan los párrafos sin terminar de mi eterna huída.

Cierro los ojos y grito, cierro los ojos y me quemo la vista en tinieblas,

vuelvo a mi ceguera, tomo el puñal....

Manicomio de cristal (De vuelta al celaje)

Es como retomar un libro que se empieza a leer y se pierde...

Un año hace que empecé a alejarme de un camino y a tomar otro, un año hace de la peripecia, del cabio, de la metabolé.

Serán pasos sin ir atrás.

Perhaps.

Quisiera intuir el siguiente paso, quisiera sentir que algo pasará que despeje las vías y haga correr mi trenalado sin rieles.

Parece canción de Whitesnake esta porquería.

Por algún lado se debe comenzar, no soy un buen improvisador sobrio, de hecho, sobrio soy muy pocas cosas buenas como ser una buena persona, cosa que no puede ser más intrascendente.

El panteón pertenece a los canallas!!

Bueno, esto fue solamente un golpe de mesa con una frase idiota, mal dicha e incomprensible.

Derroche de atención.

Esto dentro de mí no es la muerte

pero es igual de real

como caseros quisquillosos
haciendo redobles en mi puerta por un alquiler

mastico nueces metido en la fundade mi soledad

atento a tambores más importantes...

Esto dentro de mí

que se arrastra como una serpiente,

aterrorizando mi amor por la vulgaridad,

algunos lo llaman arte,

algunos lo llaman Poesía:
no es la muerte,

pero morir terminaría con su podery cuando mis manos grises

dejen caer un último lápiz desesperado

en alguna habitación barata

me encontrarán allí

y nunca sabrán

mi nombre,

mi intención,

ni el tesoro

de mi huida.

(Bukoswki)